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jueves, 22 de diciembre de 2011

Clave de Sol

Quiero una banda así. Quiero hacer una canción así. Quiero que alguien sienta que la debió escribir, tal y como yo siento que debí escribir ésta. Quiero que la palabra "música" siga haciendo su chamba. Que sea capaz de traer al frente lo que habías guardado muy al fondo, de lavarte un día, de cachetearte con verdad.
Sé que esta canción está condenada a nunca pasar los cien mil views en Youtube, que no la van a cantar en Finlandia, que no estará en ningún ránking. Sé que no está hecha para eso, sé que no está manchada con oro. El "negocio" de la música esconde, margina, tapa...pero no te amordaza. Nadie en ese "negocio" va a impedir que la escudriñe, que la guarde en mi cajón, que mañana la recuerde.
Esta canción, esta banda, como muchas otras canciones y como muchas otras bandas existen para rendirle tributo al dios pagano y perfecto que es la música, la de verdad.

No quiero decir nada más que gracias, a Dios, por la música. La que todavía no arruinan.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Abecé


Podemos decir que vives en mi alfabeto. En la maraña de letras que a veces y sólo a veces saben soportarse y que dibujo, una a una, en el espejo que suda vapor. Vives en mi verbo, en los fonemas exactos de tu nombre, en el abismo insano de un abecé que felizmente me aprendí. Para hacerte adjetivo busco en ti, en el modo ingrato en el que te cae el pelo sobre la nuca, en lo que me cuentan tus cartas vacías. Mecida entre comas me silbas una de Oceransky, nos tomas cualquier foto, me regalas un domingo blanco. Me imagino que no estuvieses, que no sepa imaginarte, que fueses del sueño de otro. Me imagino que si vivieses tal vez, en cualquier sitio; yo sería de ésos que viven caminando. Ésos, los que no se bañan, los que duermen donde las noches quieren, los que estrechan todas las manos. Yo sería como ésos, buscando bajo cada alfombra. Gracias a mí vives, todos los días, en mi alfabeto. Vives en este post, en el anterior, en el que aún no se me ocurre.

Vives. ¿Pero, vives? ¿Tienes casa, madre, sueños? ¿Tienes un perro que recuerdas, unas Converse preferidas, una historia que no olvidas? ¿Guardas cartas aún no escritas, amistades de mentira, un dolor que te aterriza? Vives en mi alfabeto, sí, pero...¿y si vives en mi vida?

De repente estás bailando una alegría, caminando en un misterio, extasiada en un concierto.
Sólo sé que a cada paso, cuando acaba este segundo, yo cada vez estoy más vivo y cada vez estoy más muerto.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Fábula dos



El sábado salió sol. Salió sol y me dije que sería una buena idea enjuagarme la flojera y lavar mi carro; como quien disfruta el día y hace algo medianamente productivo. A decir verdades; bien productivo, si tomamos en cuenta el cambio de color que tenía el carro por las capas de smog, tierra y tristeza que le fueron aventadas encima por la ciudad y los ciudadanos. Comencé, y dos horas después, no había acabado aún. Para cuando terminé, el carro estaba asqueroso. Yo estaba asqueroso y asquerosamente agotado también, aunque la asquerosidad de mi agotamiento era menos grande que la idea que me golpeó. Me sentía un ratero de pagarle cinco soles a un tipo para que haga esa chamba en tan poco tiempo. Qué abusivo me sentí. Qué abusivo me siento.

Moraleja: Si sale un sol de Egipto, cómete un ceviche.

Pd: Lavo carros. Ojo casera, cobro 500 soles.

jueves, 13 de octubre de 2011

Diez veces diez

Conté diez veces hasta diez. El espejo, implacable, repitió de nuevo lo mismo. Ya lo sé. Sé que casi 28 años después me parezco más a Charlie Harper que a Ernesto Guevara. Lo inexplicable del asunto es que ya poco o nada me importa. Poco o nada ver si me veo viéndote. Poco o nada de lo que fui, poco o nada de lo que seré. Nada o poco me faltas, nada o poco me acuerdo. Nada necesito de nadie. Poco de mí, muy poco de ti, nada del resto.
Sin ánimo alguno de exagerar, estoy preocupado de andar despreocupado. Me casé con la soledad y, aunque me vi a poco de enviudar, creo que nos hemos unido como nunca. La quiero, a veces. La odio, a veces. Pero siempre estamos juntos. Estoy borracho de un alpinchismo crónico que me impulsa a andar la vida sin caminarla, sin mirar nada más que mis propios pies dejando atrás un camino que, si lo vi, fue de reojo. Y sí, no me importa. Tengo miedo de acostumbrarme a no necesitar de nadie, a  no recibir la llamada de "¿llegaste bien a tu casa?" y a cucharear a nadie las tardes de los "lunes no laborables", más conocidos como domingos.

Si tú que lees estuviste en mi cama, fue sola, o con un hijo de puta, que es lo mismo. Ahórrate los gritos y las pifias y las llamadas y los insultos y el vino y el malecón y los cafés cargados y las medias noches y las ganas de correr. Todo ya sé cómo viene. Todo parece escrito ya. Todo tan estúpidamente distinto. Todo tan estúpidamente igual. Si vuelves a mi cama trae algo nuevo, que yo sigo siendo el mismo imbécil.

Cuento diez veces hasta diez. Já...como si fuera a mentirme.

"Por mucho que me duela debo admitir, que otras me ven sin ropa y tú desnudo". J.S

(No se asusten lectores. Ése no soy del todo yo. Ojo, muy hábilmente, dije "del todo").

viernes, 19 de agosto de 2011

Ni cuenta


Si te cuento la historia, me vería obligado a decirte que te odio.

Que te vi llegar cómodo, sonriente...borracho de confianza. Que tenías en la cabeza cualquier cosa menos lo que estabas a punto de hacer. "¿Qué casaca? ¿la Zara o la Versace?". Que para nosotros dos la palabra "Madrid" no significa lo mismo. Que pasaste a escasos dos metros y nunca supiste qué era yo ahí, en qué me estabas convirtiendo.

Si te cuento la historia, tendría que decirte lo que ya sabes.

Que odio tu uniforme, tu paso sereno, el semáforo que no te detuvo, el despertador que te trajo justo a tiempo. Odio tu avión y tu cielo. Odio tu hoy pero más mi mañana.

Si te cuento la historia, tendría que decirte lo que no sabes.

Que te la llevaste donde ya no la toco.
Que me quedé partido en dos.
Que tú...ni cuenta te diste.

domingo, 17 de julio de 2011

Cambia




Por favor cambia.
Sacúdete la inteligencia, los ojos llenos y la sonrisa de sol. Vuélvete fría, distante, corriente. Abandona tus silencios, tus metas y tu coraje. Guárdalos en el cajón de abajo, senténcialos a la caja de zapatos o a la ropa sucia. Piérdete entre la gente, múdate de cielo, apaga tu brillo, arráncale el viento a tu voz. Sueña cosas posibles, córtate las alas, muérete de miedo....Cambia.
Cambia, que si no yo callaré sabiendo siempre que no pasó, que nunca fui. Que tú andas por el mundo intacta, espléndida...asquerosamente inalcanzable. Cambia, que quiero poner tu nombre en mi lista de errores y no en la de fracasos. Cambia, que si no seré yo quien nunca vuelva a ser el mismo.
Cambia, y después....vete.

sábado, 9 de julio de 2011

Facundo del mundo


En un cassette guardaba tu voz de paz, para tenerla cerca cuando pudiese entenderla de verdad. Hoy no sé si llegue ese día . Alguna vez (y de esto no sé cómo) aprendí qué significa la palabra "asesinar", una palabra ajena, helada...hueca; y fue en segundos que descubrí que era el antónimo de tu nombre. Es irónico leer ambos en la misma oración, porque siempre pensé que el pasaje para ver a tu "primera buena noticia", a tu tío Pedro, a Whitman y al Borges de tus tertulias; habría de regalártelo la enfermedad maldita que debiera volver a ser nada más que un signo del Zodíaco. "Hay que desconfiar de los genios porque a veces se hacen los muertos" te dijo Sábato alguna vez. ¿Quién puede decir que te moriste, maestro? ¿Quién va a callar tu pecho henchido de humanidad, de risa, de razón? ¿Quién? Nadie. Mucho menos las balas cobardes que hoy me hacen creer que los que andamos este mundo ya no merecemos gente como tú. Éste es un nuevo día, el primero sin ti. No eres ni de aquí ni de allá, tú eres de todos los lugares en los que haya nacido un hombre, uno con un sueño. Volaste bajo, siempre abajo porque ahí está la verdad...disculpa si los hombres no lo aprendemos jamás. Gracias por darme un mundo más humano, más sencillo, más iluminado. Sé que no te defraudaré.

"Si lo lloras, es porque no entendiste su mensaje" (Anónimo).

Gracias por todo....MAESTRO.

¡SÍ SEÑOR!


http://www.youtube.com/watch?v=WrI5wdFRcYU&feature=related

sábado, 11 de junio de 2011

Pido


Primero mírame. Después sonríeme. Espérame. Dime. Ríete. Contéstame. Cuéntame. Sorpréndeme. Coquetéame. Susúrrame. Encántame. Despídete. Recuérdame. Llámame. Léeme. Tontéame. Acompáñame. Disfrútame. Escúchame. Entiéndeme. Compárame. Abrázame. Suéñame. Ilusiónate. Engríete. Preséntame. Admírame. Enamórate. Motívame. Ódiame. Enamórame. Supérate. Alégrate. Decepciónate. Enséñame. Refúgiate. Aguántame. Enorgulléceme. Fastídiame. Equivócate. Extráñame. Engríeme. Compórtate. Ayúdame. Entristécete. Célame. Sostenme. Cántame. Empújame. Emborráchate. Báilame. Avergüénzame. Corrígeme. Abrígame. Imítame. Niégate. Adórame. Grítame. Perdóname. Olvídate. Entrégate. Obsérvame. Márchate. Esfuérzate. Piénsame. Consuélame. Aférrate. Moldéame. Convéncete. Acéptame. Júrame. Rétame. Apóyame. Fórjame. Desvístete. Cocíname. Apréndeme. Conviértete. Conviérteme. Cuídame. Sígueme. Confíate. Apachúrrame. Angústiate. Resuélveme. Convérsame. Ignórame. Acuérdate. Valórame. Titúlame. Llévame. Compárteme. Víveme. Preocúpate. Compadécete. Despídeme. Tócame. Llórame. Entiérrame. Rézame. Escríbeme. Búscame. Desgárrate. Agradéceme. Añórame. Reencuéntrame.


Sólo pido que nunca, nunca me ames. Jamás.


pd: Mejor no me mires. Y que ni se te ocurra sonreír.

miércoles, 1 de junio de 2011

Difraz, antifaz, incapaz


Mi martes llegó apenitas acabó el domingo. Olió a café y me supo como a ti, pero con menos penas. Todo andaba bien, hasta que sentí un zarpazo Sabinero. Y como siempre, como nunca, como alguna vez...dio en el blanco. Dizque me disfracé de él. Mi martes parió sudando cinco hijos cibernéticos (es más fácil llevar el iPod que un cuaderno) y hoy se los regalo a la blogósfera. Eso sí, con las disculpas del caso. Sé que querer parecer alguien más da lástima. No sé si debería postearlo. No sé si debo mandarlo al archivo. No sé si estoy decepcionado de mí mismo. Nada sé caracho. Ahí van.


I

Interpreta este silencio como quieras, que entre insultos y quimeras
quedé huérfano de ideas y borracho de argumentos.


II

Me disfrazas del idiota confidente, yo te busco en el fondo de mi vaso
aceptando que sé bien que a tu Parnaso sólo dejas entrar al que te miente.


III

Que mi boca cerrada te grite lo que ayer ni nunca dije
por jugar al escondite sin que nadie busque nada.


IV

Aquí bostezan la tinta y el papel desde que paso noches enteras
asqueado de ver tus caderas dando vueltas para él.


V

Mi insomnio no se traga el cliché "que seas feliz"
odio tus fotos en París y tu affair con el de Praga,
¿ya que quieres que yo haga, si tu adiós es una llaga
que aún no llega a cicatriz?



pd: no es vergüenza a lo que....VERGÜENZA. Pero como que pega en el palo, no?

lunes, 25 de abril de 2011

Mujer dos puntos



Qué fácil decir adiós.
Mi cama no huele a ti, mi labio no extraña el tuyo... nunca viviste en mi pupila.
Ven y date un paseito por mi mente, no vas a encontrar nada que rime con tu nombre. Ni un vestigio, ni una evidencia, ni siquiera un eco.
Carajo, qué fácil.
El mundo me espera, y tu imagen me retiene con una fuerza más chiquitita que tu valor.
Si sí, si no...ahora importa cero, incluso menos que extrañarte. No hay nada que extrañar, salvo esta versión indescriptible de mí mismo.
No hay nada roto, frágil, rajado ni enclenque en mí. Estoy intacto.

Qué fácil decir adiós.... Papayita.


miércoles, 6 de abril de 2011

Cantares


"Hay que cuidarse del que no canta, porque algo esconde" (Facundo Cabral).

Mamá, cántame "Gracias a la vida" y arráncame las lágrimas.
Loco, cantemos zampadazos "Brindo por las mujeres" porque se hizo para ser cantada así.
Jean Pierre, una chiquita de "Ábreme el capot", sentados y fumando caleta en la cancha de fútbol.
Paten, chapa cajón y mándate un "Mi comadre Cocoliche" y "Bumburumbum Mandinga" con el chiste de antes, y el de después.
Ye, "Un montón de estrellas" aunque nadie se la sepa.
Viejo, un "Hey Jude" creyendo que nadie escucha la alegría de tus duchazos.
Isaac, aviéntate "La casa nueva" y que sea 1999.
Jose, un "Torbellino" a toda garganta así no quede pa'l luau.
Tía Ana, "Grande, grande" y que Gianmarco sonría.
Gordis, pon tu capo en el 8932758923 traste y suelta lo que escribiste anoche y la noche anterior y la anterior y la anterior.
Ian, ¿hay que cantar "Yo no sé mañana"?? No, no...nadie está grabando...
Gordo reviéntate el karaoke con tu "Gato en la oscuridad" que ya la pediste cien veces.
Gabriel, que seamos chicos, y tarados y que el Cucha nos oiga un "Sweet Child" con cero vergüenza.
Quiero cantar "Cómo no voy a quererte Universitario", con todititita la Trinchera y el cholo Coks.
Que el Skype me deje oir a Yoyis con "La Bamba" al son de mi guitarra.
JP Tello, un "Under the bridge" que ya se nos acaban el viaje de Prom y la vida fácil.
Lucía, canta igualito "Inevitable", sentada en el parque del ron.
Mariola, "Más guapa que cualquiera" (y sí...la parte de la puta).
Ale, gáname de nuevo y mil veces si vas a cantar "Yo soy la Guardia Nueva" con el bobo en la mano.
Gayito, "El Reloj" porque la noche no se acaba y yo no estoy tan lejos.
Romi y Fabi, en el carro, yendo a Trujillo, "Amores de Barra" a 3 voces y que mi papá sonría y que mi mamá aplauda y que seamos felices.
Cocoa, canta creyendo que "Coco de Rasta" te la escribió Alpha Blondy para ti y nadie más.
Tiki, un "Wake me up before you go go" para que lo que sea que haya pasado, pase.
Nachi, un "Tras esa puerta" reventando el carro y la carretera con los dos coros que no sabemos si son.
Panchi, entre ensayo y ensayo "Agua fría" para que haga bilis Toto y no ensayemos nada. Quetita, al oido y piano-piano "Mariposa del Amor" como quien cuenta una historia vieja y desgastada.
Charlie, métele "El arbolito" después del solo de "Subterráneo azul" para llorar de risa en la comisaría amarilla.
Nero, cantemos borrachos "Chica plástica" y jurando que no somos ése tipo.
Chata, grítame "Tumbas de gloria" sentados en tu casa antigua y cuéntame lo cerca que estuviste de su pie, y lo feliz.


En mi mundo, nadie esconde nada. Cantemos, que se va la vida, y aunque sea una vez más...los quiero volver a oir. Se les quiere, y mucho.


pd: ¿Alguien se sigue preguntando por qué soy melómano?

sábado, 19 de marzo de 2011

Quimera




Sé que lees. Sé que lo disfrutas. Sé que a veces no quieres pero de uno u otro modo terminas volviendo a mi blog. Sé que lo escudriñas, lo recomiendas y que a veces hasta lo lees más de una vez. Sé que te alegran, te apenan, te curan y hasta te describen mis palabras.

Sé que crees que no me conoces, que no deberías.
Sé también que piensas que este post no se trata de ti.
Sé que no sabes, pero que por lo menos intuyes que te regalé una amistad empapada de mentira, borracha de intenciones que tus ojos infinitos se encargaron de sembrar. Sé que fue un chispazo, una insignificancia disfrazada de noche, de risa, de arena, de almuerzos... de todo y nada. Sé que debo declararme culpable de hacerte madre de mis sueños sietemesinos. Sé que mi condena será sentirte, día a día, olor a ayer.

Sé bien qué día es, que es tuyo, que no tengo derecho, que no debo, que no pude...pero fue tu maldito vaivén el que me marchitó el valor, el que me obligó a pensar en Braille. Sé que llegará el bendito día en que te vuelva a ver, que haré de cuenta que nunca escribí éstas líneas y tú, cómplice de la vergüenza, que nunca las leíste.

Sé que esa fe que te pedí es el débil pulso que le queda a esta historia inexistente, borrosa, enferma de quizás. Sé que no sé nada. Sé que tú tampoco. Quisiera no saber nunca, y que aparezca, de puntitas, el bendito celestino disfrazado de nosequé y (¿por qué no?) hacer trizas el quizás.

Quizás de mierda. Qué ganas de sacarle la chochoca.

jueves, 27 de enero de 2011

Yo y mi circunstancia



Me gusta que la ola me revuelque. Me gusta más que no meterme al mar.

Me gusta que me digas que no. Me gusta más que verte de lejitos.

Me gusta que me falte urgentemente un Sol. Me gusta más que el vuelto de algo que no necesito.

Me gusta borrar un post. Me gusta más que amordazarme el seso.

Me gusta subir a la combi equivocada. Me gusta más que ir nowhere.

Me gusta morir de sueño. Me gusta más que perderme de la vida.

Me gusta arrugar y tirar al tacho esa canción. Me gusta más que regalarte silencios.

Me gustan los lunes. Me gustan más que ese día.

Me gusta que me odies. Me gusta más que saberme olvidado.

Me gusta que no me des ése beso. Me gusta más que sentenciarlo a la costumbre.

Me gusta que estés lejos. Me gusta más que no saber dónde.

Me gustas tú. Y sí...me gustas mucho más de lo que me gusto yo.




(Elvis Crespo....ésta debió ser tu letra...y punto.)


domingo, 9 de enero de 2011

Fábula uno


De fondo, una canción que sin ser muy nueva, es. Miro mi muñeca como si en ella fuese a encontrar el reloj que sé que no tengo. Chá mare. Flojera le digo a ese nosequé que no me deja sacar el celular del bolsillo ocupadísimo para ver la hora. A mi izquierda, una silueta. ¿Tienes hora?...le digo sin mirar, por culpa de un gringo ebrio bailando horriblemente divertido. Esteee...dos y diecisiete....Jijijí...(y sí, yo tampoco entendí ni la risa cachosa, ni la precisión). Obviamente, volteo. Dos chicas...una guapa, altísima, dueña de una confianza pedante, una voz de apellido compuesto y un par de ojos vacíos que usó para mirarme como a un insecto. La otra, igual de guapa, igual de alta, igual de to-do. Sentí catorce miradas -tímidas, silenciosas y arrinconadas, emborrachándose rapidito para dejar de ser tímidas, silenciosas y arrinconadas- muy atentas al resultado de mi "entrada". Y yo, (por error) usuario de tácticas viejísimas y casanovescas de aproximación, absolutamente condenado (por error) al fracaso y flameando la bandera (por error) de los que acechan cual NatGeoWild con cara de laestoypasandobest. Rapidísima, no sé cuál, acribilla: no tengo ganas de bailar, de que me invites un trago, de conversar ni de hacer amigos. Pienso poquísimo y usando mucho mis manos le digo, sonriente: de lejitos te sirve todo, de cerca...sólo sirve tu reloj. Me quedé paradito ahí para verla, desconcertada, huir lentamente. Sacudiéndome las miradas, me alejé a la terraza. Y sí...Jijijí, reí cachosamente.


Moraleja: Chicas, si van a ser malas, espérense un ratito. Hombres, cómprense un reloj. Si están misios, una pastillita contra la flojera, ¿no?