Bienvenido. Lee de abajo hacia arriba. O de arriba hacia abajo. O como quieras. O no leas.



miércoles, 2 de septiembre de 2009

Excusas

Una disculpa. Una justificación que ruega por ser excusa pero sabe que no podrá serlo (para los que no se han percatado el motivo, bastará con comparar las fechas entre la primera y segunda entradas).
Celos: dícese del sentimiento que acompaña al temor de perder a la persona amada en beneficio de un rival real o imaginario (Encarta).
Muy estúpidamente, me aventuré a escribir en este ciberespacio -inexplicablemente comunista y universal pero mío al mismo tiempo- con la seguridad plena del que confía en sí y en poseer el valor requerido para escribir las idioteces que piensa. Nunca volteé sobre mi hombro a ver si debía o si estaba preparado para. El resultado: una entrada en el blog que pasó en un segundo de pionera a solitaria debido a una definición que compartí líneas arriba. Me dio celos. Celos de compartirme con cualquier patasucia que llegue por obra y gracia del destino a mi blog. Celos de que mis pensamientos, miedos, risas, muertes, cuentos, vergüenzas, chistes, horrores, protestas y ¿qué se yo? …cojudeces; puedan ser masacradas salvajemente por ojos burlescos o peor aún, indiferentes. Celos. Así de ridículo. Así de simple.
Ahí les fue mi justificación que rogó por ser excusa pero que sabe que no lo fue. Mi disculpa.
Cierro paréntesis. Fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario